(dot) seventy two [m]

El club de voleybol en el que participo está organizando un campamento para que ambas ramas (femenina y masculina) puedan conocerse entre sí y que se forme una comunidad más integrada. Ayer, terminando el entrenamiento, se preguntó a los deportistas quienes asistirían al campamento. El resultado fué notorio: 15 hombres y 5 mujeres. Extraño, ¿verdad? Pues más extraño será el decirles que de las 5 mujeres solo 3 somos mayores de edad, las únicas que tiene la rama.

La rama femenina del club de voley está conformado por mujeres de entre 10 y 21 años de edad[1]. De ellas, las tres mayores de edad tenemos una estatura similar (Kathy y Laura 1.70 y yo 1.72). luego, la diferencia se marca mucho... las niñas de 15 años llegan al metro sesenta y las más pequeñas son mucho más bajas. Eso nos genera una desventaja, pues nos resta cobertura en la cancha y en algunos casos potencia en el saque, aunque esto último es algo que con entrenamiento puede mejorarse. El problema mayor está en que la mayoría jamás habia jugado voley, lo que nos dificulta mucho las cosas. En mi caso, por ejemplo, mi particpación en voley en el colegio era hacer un buen saque y rezar porque en todo el enroque que tocaba luego de mi juego la pelota no me llegara cerca. Además, era común que las niñas top del curso se pelearan la pelota... yo no me hacia problemas, les facilitaba eso. Ahora, soy yo quien debe ayudar al equipo y no escapar. Debo correr, saltar, hacer abdominales, elongaciones... todo lo que odiaba del colegio[2] y que hubiera cambiado feliz de la vida por una guia de química ahora con el efecto contrario, usándolo para olvidar la química y la biología. Nadie me obliga a ir las tres veces por semana por tres horas cada dia, pero lo hago.
En fín. Hoy, cuando me reuní con Kathy para pagar mi cuota del campamento, hablamos sobre lo que nos falta como equipo para lograr jugar, a pesar del avance que todas hemos logrado[3]. Y si, recalcamos algo que nos falta para lograr de la rama ser un buen equipo, o al menos un equipo competitivo: Estatura, y el dilema vendrá en marzo, cuando empiece la universidad y con ella las clases de Trabajo Social, Arquitectura y Bioingeniería. La rama está nuevamente renaciendo, después de mucho abandono... pero, ¿Qué pasará con nosotras en marzo? ¿Nos dará el "cuero" para responder a universidad, entrenamientos y en mi caso laboratorios?. Por priorizar, sé que esto será lo primero que deberé abandonar, a pesar que con mi pequeño y muy basal aporte ya me siento miembro de la rama. Asi mismo, que pasará con el club en general... porque todos los años la municipalidad la ver el descenso de compromiso en el año no destinan ni recursos humanos ni monetarios a nosotros. Estamos con 10 pelotas de voley cuando somos más de 40, y el gimnasio en horarios bastante poco pedagógicos en período universitario[4]...
Pues, aqui tenemos algo de la realidad del deporte hoy en día... Nuestro equipo de futbol, recíen ascendido a primera división con un estadio poco aceptable para un equipo de esta categoria, nuestro equipo de voley sin apoyo... Ojalá por fín se tome en cuenta todo esto. Coronel tiene potencial para tener buenos deportistas, y ahora no se está valorando lo suficiente.






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[1]: Sorpresa!... soy la mayor de la rama ¬¬, y creo que del club.. al mayor de los hombres le gano por un par de meses.
[2]: Excluyo lo de correr... las evaluaciones de resistencia aeróbica eran lo único que me gustaba del colegio... el patinaje roller de cuando tenia 15 años me ayudó en eso.
[3]: Gran parte del mérito es de nuestro entrenador, Alfredo, un estudiante de 1º año de Ing. Comercial en mi universidad. Practica hace 7 años voley, asi que con lo que sabe ha llevado a flote al club.
[4]: Martes, Jueves y Sábado, de 19 a 22 horas.