lunedì, aprile 09, 2007

De terapias y de heridas

Recuerdo que hace un par de años atrás, cuando con alguien muy querido nos cambiábamos los papeles de psicólogo y paciente, en una suerte de ruleta en que ambos nos vimos envueltos en tiempos similares, él me dijo que sobre las heridas primero habia algo de sangre seca que simulaba ser una cicatriz, sin embargo era frágil y se abría al primer roce. Tal vez en su momento comprendía por lo que estaba pasando mi paciente, pero no lo entendía a cabalidad. Ahora, cuando soy yo la que tiene heridas cerradas de esa forma, aún dolorosas y molestas, el "mastico, trago y elimino" no sirve. Comprendo a fuerza que las heridas hay que limpiarlas de cualquier elemento que pueda volver a abrirlas, alejarlas de las infecciones, de las fuerzas mal hechas que puedan tensar la piel y romper las uniones externas y mantener la zona tranquila... pues a pesar de lo firme que pueda verse esa sangre seca, lo interno se mantiene dañado, y arde, duele, molesta hasta que por fín sana, después de mucho. Ahora por lo menos, partí con lo básico. Limpié las heridas con un poco de alcohol y alejé las bacterias que pudieran abrir las heridas más y más. Pongo una sutura y espero a que cierre tranquilo, cicatrizando calmo.
En esto debo decir que además fué una ayuda importante el cambio de aire. Este fin de semana, aprovechando el feriado me fuí a Curamávida con Jano y Karina al campo de la familia de Cleo, a la vendimia que realizarían. Fueron días largos y agotadores, pero muy llenos de ricas experiencias y de momentos muy agradables. Además, hacía mucho tiempo que no comía tanto y tantas cosas ricas (Harina Tostada, Chicha, uvas por montón, membrillos, etc.) y fué una linda sorpresa el salir a buscar huevitos a los alrededores de la casa, tal como cuando era una niña. Fueron unas minivacaciones que nos cargaron de energía para seguir adelante, con más ánimo, y para cambiar las cosas que llenaban mi cabeza por recuerdos más alegres que las sensaciones que estaba sintiendo ahora último. En todo caso, mi estimado Psicólogo, si sigue pendiente la oferta del martillo, la tomaría con gusto.

2 commenti:

Unknown ha detto...

eeeeeeh distintas formas de pensar; yo prefiero rascarme la costra hasta que se salga y luego seguir con la herida hasta que se le haga un callo encima... de esa manera se hace más resistente y no vuelve a sentir dolor... excepto cuando hace frío =(

weno, ahora tb toy con penas de amor así que mejor no digo naa que no puedo hacer en estos momentos...

besos! nos vemos tomorrow!

Anónima ha detto...

No estaría bien que opinara sobre algo que no he sentido, pero al menos me gustaría decir algo. Me gustaría que estuvieras bien y que fríamente pudieras dejar tus heridas atrás. No será así, por más que lo desee ahora, pero al menos lo seguiré intentando. Hasta rezaría un rosario, si estuviera segura de que eso sirve, e incluso llenaría mi cuaderno de títulos rosados, para que te sintieras bien. Pero eres fuerte, eres una gran mujer, no necesitas más ayuda que creer en lo que eres.
Te dejo un abrazote gigante.