Dos dedos

- Doctor... ¿es muy grave?
- ¿Cuantos dedos ve aquí?
- Cinco
- ¿Cinco?
- Si, cinco. Dos extendidos y el resto doblados hacia su puño.
- Graciosito... ¿Cómo se llama?
- Miguel, doctor
- ¿Miguel cuanto?
- Miguel Pérez, señor
- ¿Qué hace?
- Ahora, estoy con usted... ¿Tiene alguna relevancia?
- Mmmm...
- ¿Cuantos dedos me dijo que habia visto?
- Dos
- ¡¿Dos?!
- Si, dos extendidos. El resto los tenía ocultos en su puño.
- ¿Oye voces?
- Oigo la suya ahora
- ¡Dios santo!... Cuando está sólo, ¿Oye voces?
- Sólo si enciendo la televisión o la radio
- Mmm... esto es más grave de lo que pensé
- ¡¿Tan gravce es?!
- Digame un número que esté entre el 1 y el 5
- Pi
- ¡¿Qué?!
- Pi. Tres coma mil cuatrocientos dieciseis y fracción
- ¿Ha sentido dolores de cabeza, o nauseas?
- Sólo después de una parranda de las grandes
- ¿Deseos de vomitar?
- Después de una parranda de esas mismas...
- ¿Dolor de estómago?
- Si, desde que me tienen aquí. ¡La comida es horrible!. A todo esto, ¿dónde puedo poner un reclamo al respecto?
- ¿Deseos de golpear a alguien?
- No... ¿por qué me hace todas estas preguntas? ¿Me está tomando por un loco?
- ¿Donde vive?
- Calle Broletto nº 34, 1º piso
- ¿Está casado?
- Si, tengo a mi niña... Siempre sonrie
- ¿Se refiere a la sonrisa que tenia cuando la hallamos muerta en su lecho?
- ¿Muerta?
- Si, de un balazo en el tórax. Supongo que recuerda que la mató por celos...
- Si, lo recuerdo... He sido yo, me perdone Dios...
- Pero, ¿qué hace?
- Pero, soy un hombre gentil.. ¡A nadie diré el porqué!, ¡Nadie sabrá el porqué!
[¡bang!]

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Adaptación en la última parte de Via broletto 34 de Sergio Endrigo.