Puerta Abierta

Pues, habrá que arreglarle la realidad a Felipito, para que pueda enfrentarla como quería hacerlo en mi anterior post.
Se presenta un escenario un poco distinto respecto al del sábado (hasta el momento mis becas están aseguradas, y mi inscripción para la PSU denegada). En este contexto, sólo puedo mencionar la ley de la Puerta abierta (o fe práctica en La Divina Providencia), que el padre Kentenich citó tantas veces cuando describía como fueron los inicios del movimiento de Schoenstatt: el descubrir en cada pequeñez lo que Dios quiere de decirnos o proponernos, sin golpear para ello puertas. En eso, este semestre ha sido el campeón (Llámese Congreso de la ALAM y "rajasos" de Orgánica y Cálculo), por lo que la desición de probar nueva suerte estará "macerando", para que tome bien el gusto y pueda definir bien si el próximo año es eso lo que quiero para mi: Ser Médico de la UACH, o ser una Bioingeniera de la UdeC...

Ya se verá.